Según ha explicado Sánchez, estos jóvenes se han formado en diferentes talleres, como jardinería o albañilería, con el fin de aplicar medidas "educativas" que después puedan "aplicar" a su vida. "Se trata de que puedan desarrollar su proyecto de vida y de que puedan labrarse un futuro", ha explicado, a pesar de haber sufrido "un bache".
Durante esa entrega de diplomas, Aurelia Sánchez ha asegurado que en 2017 fueron 1.250 jóvenes de toda Castilla-La Mancha los que recibieron algún tipo de medida judicial.
En el acto ha estado también presente el alcalde de Albacete, Manuel Serrano, ya que este plan de empleo se ha desarrollado en colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad. Serrano ha añadido que este tipo de formación dentro de su confinamiento supone una "oportunidad para mejorar la empleabilidad de jóvenes en conflicto", de manera que además puedan mejorar también sus habilidades sociolaborales e insertarse en el mercado laboral.
La consejera de Bienestar Social también ha señalado que el pasado año el Gobierno regional invirtió 175.000 euros en la mejora de infraestructuras y de la "seguridad" en los centros de menores en Castilla-La Mancha.
En Castilla-La Mancha existen en la actualidad dos centros de internamiento para menores y jóvenes, uno en Ciudad Real, de titularidad privada, y éste de Albacete, de titularidad pública.