A propósito de la reunión presinodal de los obispos sobre los jóvenes, que se celebrará en Octubre el 19 de marzo, en el Colegio Maria Mater Ecclesiae, el Papa Francisco espera que salga de todos, sin vergüenza y con valentía, lo mejor que tenemos en el corazón. Estáis invitados y vuestra aportación es necesaria para la preparación del Sínodo sobre Los jóvenes y el discernimiento vocacional recordado ejemplos bíblicos de llamadas y respuestas. El Señor abre puertas en los momentos difíciles, valiéndose de quienes dicen la verdad sin vergüenza, pero no desvergonzadamente
1) Se habla a los jóvenes, que no interpelan ni se los tiene en cuenta. Existen sus
Historias y no a la juventud, es necesario escucharlos aunque a veces hablen con la bofetada. Hay que tomarlos en serio, están rodeados de una cultura que los idolatra y luego no se les permite que sean protagonistas, En Europa hay muchos que no encentran trabajo ni medios para vivir. Y esto es un pecado social. La Iglesia no debe cerrar la puerta y escuchar. El Evangelio nos exige un mensaje de proximidad: acogernos, amarnos en serio y caminar juntos, sin excluirnos, porque nos necesitamos para entender mejor lo que Dios y la historia nos están pidiendo.
2) El próximo Sínodo nos propone desarrollar las condiciones para que los jóvenes sean acompañados con pasión y competencia en el discernimiento vocacional, que es “recocer y acoger la llamada al amor y a la vida en plenitud. Todos tenemos esta llamada .Vosotros en la fase inicial sois jóvenes. Esta es la certeza de fondo: Dios ama a cada uno y a cada uno dirige personalmente su llamada. Es un don y cuando se descubre, llena de alegría (Mt.13,44-46) Dios es fiel para los creyentes. Os dirige la pregunta que un día hizo Jesús a sus discípulos “¿Qué buscáis?” (Jn.l,38) También yo os pregunto.“Tú ¿qué buscas en tu vida?”Dilo: nos hará bien escucharlo. Necesitamos. Escuchar vuestro camino en la vida. Os invita a compartir la búsqueda de la vida con Él, a caminar juntos. Y nosotros deseamos hacer lo mismo, porque no podemos hacer otra cosa, que compartir con ilusión la búsqueda de la verdadera alegría; no podemos tener solo para nosotros, a Quien nos ha cambiado la vida. Jesús. Vuestros coetáneos y vuestros amigos, incluso sin saberlo, esperan también ellos una llamada de salvación.
3) El próximo siglo llama a la Iglesia a descubrir un nuevo dinamismo juvenil. A los jóvenes hay que ayudarles positivamente y subrayar los peligros del alcohol, la droga y la sexualidad vividos de modo consumista. Son dependencias que dañan a los jóvenes; y la Iglesia tiene que hacerse presencia y cercanía, la piden a los católicos. En encuentros juveniles, algunos destacan que lo más importante ha sido la presencia de religiosos que nos escuchan, nos aman, nos conocen y aconsejan. El Mensaje del Vaticano II a los jóvenes, estimula a buscar nuevos caminos y a recorrerlos con audacia y confianza en Jesús abriéndose al Espíritu Santo, para que la Iglesia encuentre fuerza renovadora y ponerse al servicio de todos anunciando el Evangelio.
4) El corazón de la Iglesia es joven porque el Evangelio es una savia vital que la regenera continuamente. En vosotros está el ser dóciles y cooperar en esta fecundidad, pensando en los jóvenes de todo el mundo. Necesitamos apropiarnos del entusiasmo de la fe y del gusto de la búsqueda, encontrando en el Señor la fuerza de reponernos de los fracasos y confiar en el futuro. Arriesgad acompañados de prudencia y del consejo pero id adelante, quien no se arriesga envejece. Los jóvenes sois piedras vivas. Hay que salir de la lógica de las rutinas. La tradición cristiana es creativa, Creáis una cultura nueva; pero no puede ser desarraigada. Las raíces son los abuelos, son los que han vivido antes y nos han precedido Hablad con los ancianos. Sintonizar con las jóvenes generaciones requiere un diálogo conciso.